¿Cómo ser emprendedor?

La verdad es que en varias ocasiones nos han hecho la pregunta de cómo decidimos emprender y es que al ser pareja parece que es un poco más complejo ponerse de acuerdo en los objetivos, metas y planes de futuro.

Además si tu vida laboral es estable parece un riesgo dejar todo atrás para lanzarse al vacío. Porque no nos engañemos, emprender es cómo lanzarse al vacío (lo bueno es que podemos llevar varios paracaídas).

¿El emprendedor nace o se hace?

En nuestro caso el emprendimiento llegó casi de casualidad. Para Migu al tener una empresa en la familia quizás el salto no fue tan grande, aunque siempre está la dificultad de empezar por tu propio pie y dejar la estabilidad familiar para enfrentarte a un reto.

Pero yo emprendí casi de casualidad y sin darme cuenta. Hasta empezar mi relación con Migu nunca me había planteado si podía vivir sin jefe. Migu siempre estaba diciendo, tenemos que trabajar juntos, tenemos que montar algo… y yo, que soy de acción, pues no me lo pensé demasiado.

Los dos habíamos estudiado cosas completamente diferentes pero nuestras últimas formaciones iban hacia la misma dirección, el marketing digital.

Precisamente porque nuestro background es diferente, cada uno hemos tenido diferentes “deficiencias” como emprendedores y si las sumas todas ufff.

Cómo ser emprendedor sin morir en el intento

Al poco tiempo de lanzarnos en esta aventura de emprender y trabajar desde casa, empezaron los problemas: los clientes que te cuestionan todo, los que te piden “una rebajita guapi”, pagar los ivas a final de trimestre, reclamar impagos, seguir encontrando clientes cuando no tienes horas al día más que para trabajar, mantener tu blog y darte a conocer.

No te vamos a mentir. Emprender no es fácil.

En pocos meses nuestro mayor problema era que teníamos mucho trabajo y ganábamos lo justo.

Durante esa época no pude odiar más una frase que muchos me repetían: “Da gracias que tienes trabajo”.

Pero las cosas no son así. Si tienes la suerte de dedicarte a algo que te gusta, en el momento que no lo estás disfrutando es que algo estás haciendo mal. Pero lo bueno de emprender es que tú tienes en tus manos cambiarlo.

El problema no era el qué sino el cómo.

Lo bueno de trabajar en marketing es que estás acostumbrado a analizar, a plantearte objetivos y a tratar de optimizar resultados, así que decidimos analizar nuestro propio emprendimiento para mejorarlo.

Descubrimos que los principales problemas eran la poca productividad y la saturación de ideas, proyectos, tareas… Y cuando sabes la causa, hay que ponerle solución.

Cómo ser emprendedor con 5 Recomendaciones

Además en nuestra trayectoria de más de 2 años, hemos descubierto que lo que pensábamos que eran problemas individuales son comunes a todos los emprendedores.

Así es, no estamos solos.

Los 5 principios que decidí aplicar para cambiar la situación de nuestro propio negocio:

  • Automotivación: siempre pensamos que tener bajones es normal, pero lo cierto es que éstos no dependen de lo que sucede alrededor, porque siempre puede ocurrir algo: que falle internet, un cliente con prisa o que se rompa el servidor, las redes sociales no funcionen. Decidir que cada día va a ser tu día y depende de ti es una buena costumbre que le recomiendo a todo emprendedor. Poco a poco nos damos cuenta de que el nivel de motivación que tengamos con nuestro negocio depende un 90% de nosotros mismos.
  • Superación: volver a leer libros relacionados con el crecimiento personal me hizo darme cuenta de que cómo te sientes contigo tiene mucho que ver con cómo te sientes con tu negocio. Así que decidí cuidar un poco más mi interior con meditaciones, yoga, libros y hasta un curso intensivo de crecimiento personal, la transformación estaba en camino.
  • Networking: para paliar el problema de la soledad del emprendedor decidí salir a relacionarme con otros emprendedores y no sólo de marketing, sino de cualquier sector. Te das cuenta de que tienes mucho más en común con estas personas que con otras que conoces años y años. Además poder elegir de qué personas te rodeas es una ventaja y todo un impulso a tu proyecto.
  • Cursos: Invertir en un curso es invertir en ti y en tu negocio, eso sí, sin caer en la cursitis, ya que estamos saturados de cursos de marketing y actualmente la oferta no para de crecer. Tuvimos la suerte de encontrar un curso que ha hecho una gran diferencia en nuestra forma de emprender, te lo cuento un poco más abajo.
  • Productividad: esto en mi caso fue muy relacionado con el punto anterior. Si os fijáis os daréis cuenta que lo que casi todos los emprendedores quieren es ganar más y trabajar menos. Para esto lo que hay que conseguir es ser más productivos y la verdad es que aunque leí algún libro sobre este tema y traté de mejorar haciendo listas utilizando herramientas como Wunderlist o Evernote, fue lo más complicado.

Cómo ser un emprendedor productivo y motivado

Todo llega en el momento adecuado y cuando ya no sabíamos que más hacer para mejorar nuestra situación emprendedora ocurrió algo que cambió por completo nuestra forma de emprender.

Hace poco mas de un año y en plena fase de networking conocimos a Isa y Juanmi de Más y Mejor, decidimos asistir a una quedada que organizaban ellos en nuestra ciudad y quizás es de las mejores cosas que hemos hecho en nuestra vida.

La quedada fue una maravilla, conocimos gente estupenda que actualmente son grandes amigos.

De ellos no podemos decir más que cosas buenas: tienen una energía que se contagia y además son el mejor ejemplo de emprendedores de éxito que puede haber.

Les comentamos nuestras dudas, altos y bajos con el negocio y cuando llegamos a la parte de la productividad: sorpresa!. Tenían la solución, justo estaban creando un curso que parecía hecho a nuestra medida.

En muchos casos es mejor dejarte llevar y tratar de ir en la misma dirección que nos dispone el destino.

PROEM

Así entramos en PROEM, un curso que nos ha cambiado la vida y la forma de trabajar. Tuvimos alguna duda pero sabemos que invertir en nosotros es lo mejor que podemos hacer.

En resumen:

  • Conseguimos ganar más trabajando la mitad (en serio la mitad porque yo desde que me quedé embarazada empecé a dormir unas siestas de 2h que ya me despertaba casi de noche).
  • Aprendimos a establecer objetivos reales y a crear un plan de acción personalizado para conseguirlos sin agobios. ¿Trabajar sin agobios?. En serio, se puede.
  • Conseguimos establecer el foco en las tareas importantes, evitando el multitasking y sintiéndonos súper satisfechos al conseguir cada una de ellas.
  • Y una de las grandes sorpresas para nosotros fue la gran comunidad de gente que hay en el grupo privado de PROEM, sólo los consejos y motivación que obtuvimos aquí, tanto de Isa y Juanmi como del resto, ya valían el dinero invertido.
  • Además el sistema PROEM nos ha servido para organizarnos mejor a nivel general, no sólo el trabajo. Aprovechamos mejor los cursos y otras formaciones, los momentos libres, los ratos de ocio. Podemos disfrutar de nuevo de tiempo para nosotros para practicar yoga, ir al gimnasio o pasear. La productividad no solo ha mejorado en el trabajo, sino en todo 🙂

se puede ser mejor emprendedor (y PERSONA)

Después de hacer el curso, sabemos que somos mejores emprendedores. Los resultados lo demuestran, nuestros clientes lo han notado y nuestros amigos y familia también, estamos mucho más organizados, más motivados y más tranquilos.

Y lo mejor, el flow conseguido con nuestro negocio y en nuestras tareas se ha contagiado a cada aspecto de nuestro día a día. Aún así tenemos ganas de seguir mejorando y creciendo.

¿Y tú te has planteado cómo ser mejor emprendedor?

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